Empoderando a los futuros agricultores a través del programa Jóvenes Líderes Agrícolas
Guiando a los jóvenes en la agricultura
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+Jóvenes líderes agrícolas y estudiantes trabajadores agrícolas capacitados por NLFR en gestión y liderazgo agrícola
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Gerentes de proyecto y miles de libras de alimentos cosechados distribuidos a las comunidades locales a través de alianzas
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Sitios agrícolas desarrollados y mantenidos, incluyendo granjas escolares y jardines comunitarios funcionando completamente
Cómo trabaja NLFR con los Jóvenes Líderes Agrícolas
Áreas en las que NLFR trabaja
Desarrollo de habilidades agrícolas:
NLFR está comprometido a brindar educación agrícola práctica tanto a jóvenes líderes agrícolas (YAL) como a estudiantes trabajadores agrícolas (SFW). En varios sitios como Polk Middle School, Rio Grande High School, Gutierrez Hubbell House y el jardín comunitario Project Feed the Hood, los estudiantes aprenden habilidades esenciales como preparación de la tierra, plantación, mantenimiento de cultivos y cosecha.
A través de alianzas con programas agrícolas locales, los estudiantes están expuestos a técnicas agrícolas tanto tradicionales como modernas, incluyendo el uso de tecnología en la agricultura. Este enfoque integral garantiza que los estudiantes estén bien equipados con los conocimientos y habilidades necesarios para una agricultura sostenible y la administración de la tierra.
Desarrollo de liderazgo:
El desarrollo del liderazgo es fundamental para el papel de NLFR en el programa YAL. Al asignar a los YAL de la escuela secundaria a puestos donde tienen responsabilidades, NLFR garantiza que adquieran experiencia esencial en la gestión de proyectos agrícolas.
Estos jóvenes líderes supervisan las operaciones y el mantenimiento de varios jardines y granjas, asesoran a los SFW de las escuelas secundarias y se involucran con las comunidades locales. Este rol les ayuda a desarrollar habilidades clave como la gestión de proyectos, el liderazgo de equipos y la comunicación efectiva. La trayectoria de aprendizaje de liderazgo de los YAL cuenta con el apoyo de gerentes (mayores de edad) de proyectos que brindan orientación y aseguran que los estudiantes puedan asumir con confianza sus responsabilidades y crecer como líderes.
Participación comunitaria:
NLFR hace fuerte énfasis en la participación comunitaria como parte del programa YAL. Los estudiantes trabajan en estrecha colaboración con familias y miembros de la comunidad, involucrándolos en el proceso de cultivo y distribución de alimentos.
Este compromiso fomenta un sentido de comunidad y propósito compartido, ya que los residentes locales se benefician de los productos recién cosechados por los estudiantes. A través de eventos, talleres y proyectos colaborativos, NLFR ayuda a cerrar la brecha entre los estudiantes y la comunidad, promoviendo una cultura de apoyo y aprendizaje mutuo. Los productos cosechados se distribuyen a través de varios canales, incluyendo centros de alimentos locales y el programa La Cosecha CSA, lo que garantiza que los alimentos frescos lleguen a quienes los necesitan.
Coordinación y apoyo al programa:
NLFR garantiza el buen funcionamiento y el éxito del programa YAL a través de una coordinación y apoyo meticulosos. Dos gerentes (mayores de edad) de proyecto supervisan las actividades diarias, administran los presupuestos y garantizan que se cumplan los objetivos del programa. Las reuniones periódicas de gestión del presupuesto, así como la comunicación estrecha con el personal de NRCS, ayudan a mantener la responsabilidad financiera y la eficiencia del programa.
Además, NLFR realiza encuestas y grupos de enfoque para medir el impacto del programa y recopilar comentarios de los participantes. Este proceso de evaluación constante permite la mejora continua y la adaptación del programa para satisfacer mejor las necesidades de los estudiantes y la comunidad.
Integración educativa:
NLFR integra componentes educativos en el programa YAL para enriquecer la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. El programa colabora con las escuelas locales para alinearse con sus planes de estudio agrícolas y ambientales, mejorando el valor educativo de las actividades prácticas.
Por ejemplo, la escuela secundaria Polk ha desarrollado huertos e invernaderos para extender la temporada de siembra, brindando a los estudiantes ejemplos prácticos del mundo real. Esta integración asegura que los proyectos agrícolas complementen los estudios académicos de los estudiantes, fomentando una experiencia educativa holística que combina conocimientos teóricos con habilidades prácticas.
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